Nos encontramos en una época de infinitos cambios a nivel tecnológico. Cada día aparecen nuevas herramientas que nos hacen la vida más cómoda. ¿Quién necesita usar un mapa en papel cuando va de viaje si tiene un GPS? ¿Para qué preguntar por un buen restaurante en la calle si tu smartphone tarda unos pocos segundos en darte la respuesta? Hace apenas dos décadas muchos de los avances tecnológicos que nos rodean no existían (internet, telefonía móvil, domótica, neurociencias, biónica, fuentes de energías alternativas, coches híbridos, etc.). Sin embargo, hoy día nos resulta difícil prescindir de ellos.
Pero todos estos avances que han surgido en los últimos años se han apoyado en descubrimientos que tuvieron lugar mucho antes. A finales del siglo XIX nace la electrónica y comienza a desarrollarse a mediados del siglo XX; desde entonces, su crecimiento ha sido exponencial. En este periodo de tiempo es cuando la tecnología se acerca más a la sociedad, formando parte de nuestras vidas.
Desde el punto de vista de las personas con discapacidad, las nuevas tecnologías han sido un gran avance, dándoles la oportunidad de tener una vida más independiente y autónoma.
La tecnología forma parte de nuestro entorno; está en nuestro hogar, en nuestros vehículos, en nuestros lugares de trabajo, etc. ofreciéndonos una vida más fácil.