EL VIAJE AL PROTECTORADO EN 1932
El primer encuentro de Morales con la naturaleza africana tuvo lugar en el verano de 1932, en que fue comisionado por Cándido Bolívar, con objeto de recoger materiales de Historia Natural para aumentar las colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Junto a Fernando Martínez de la Escalera, terminaron la prospección de esa interesante zona montañosa del Protectorado.
Los mamíferos vistos y recogidos, sobre todo en la región del Yebala y la zona montañosa del Rif, los dio a conocer Morales en la Española (1933).
EL REGRESO AL PROTECTORADO, TRAS LA GUERRA CIVIL
Fue en Barcelona, en 1941, cuando Eugenio Morales, al comentar este interés por la fauna africana al coleccionista de mariposas alemán Werner Marten, proyectaron una expedición que llevaría a la captura, en las montañas rifeñas, de una pequeña y rara mariposa, la Procris labasi.
Morales recoge una musaraña, nueva para la ciencia, y que en un trabajo sobre los mamíferos marroquíes, publicado en la Española, describirá con el nombre de Crocidura foucauldi.
LAS CAMPAÑAS ANTIACRIDIANAS POR EL SAHARA (1941-1946)
En 1942, Eugenio viaja a Ifni-Sahara en compañía de un entomólogo francés, para estudiar la plaga de langosta, detectada en el Sur de Marruecos. Su nombre había sido propuesto por el Director del Instituto Español de Entomología, Gonzalo Ceballos.
A esta expedición antiacridiana seguirán, al menos, otras tres por territorios saharianos:
La segunda expedición, además de recolectar unos cuantos ortópteros y de informarse sobre el avistamiento de una importante población de larvas de langosta, descubrió grabados y pinturas rupestres que le permitieron publicar un artículo con dibujos suyos, en la revista Mauritania (1942).
La tercera expedición la realizó en gran parte acompañado por el entomólogo Joaquín Mateu Sempere.
La cuarta expedición fue la que más fama le reportó, pues en ella localizó, observó y fotografió a una colonia de focas monje.
Los resultados permitieron un mejor conocimiento de los acrídidos del Sahara y de las colonias españolas en África.
Otros dos contactos tuvo Morales con la naturaleza africana: el primero, en diciembre de 1948 en su viaje de bodas. El segundo, poco después, al ser incluido en una misión mixta franco-española, que debía estudiar los posibles lugares de congregación de la langosta marroquí.
AL SERVICIO DE LA FAO: CINCO AÑOS EN CENTROAMÉRICA
Reconocido internacionalmente como el mayor experto español en la lucha antiacridiana, la FAO le comisionó en 1951 para el estudio del problema langostífero en México y América Central. Allí permanecerá durante cinco años, que interrumpirá sólo con esporádicos regresos al hogar familiar en Madrid.
Managua, capital de Nicaragua, será su principal centro de operaciones en los años siguientes.
IRÁN
En 1956, Eugenio fue nombrado Asesor Técnico de la FAO para la “Conferencia mundial sobre la Langosta del Desierto” y en 1967, esta misma organización, le encargó asistir a Irán en la lucha contra las plagas agrícolas.