Un cilindro cortado con tijeras a lo largo de una generatriz puede desenrollarse para formar una tira longitudinal. Podemos reconstruir mentalmente el cilindro a partir de la tira plana si imaginamos que cada punto de uno de sus lados va pegado (se suele decir identificado) con un punto del lado opuesto.
En el caso de un toro (la superficie de una rosquilla), si lo recortamos por su ecuador y su meridiano de Greenwich, lo que obtenemos es un cuadrilátero, en el que cada punto de un lado está identificado con un punto del lado opuesto.