En el ámbito digital, las licencias Creative Commons ayudan a combatir el plagio. Mediante la combinación de cuatro condiciones básicas (reconocimiento, no comercial, sin obras derivadas y compartir igual) se originan las diferentes licencias adaptadas a la legislación sobre propiedad intelectual.
Puedes añadir a tus trabajos una licencia CC y con ello informarás de los usos que permites a terceros. Elige la licencia teniendo en cuenta qué nivel de protección quieres que tenga tu obra, desde el dominio público (la más generosa) hasta la licencia que exige reconocimiento de la autoria y no permite usos comerciales ni derivados (CC BY NC ND).
Fuente: blog de Creative Commons
El modelo de dominio público es reciente. Según este, la persona que lo emplea dedica la obra al dominio público, de manera que cualquier usuario puede reutilizarlo, con fines comerciales o no, y producir obras derivadas sin necesidad de atribuir la obra. El trabajo queda libre de los derechso de propiedad intelectual. Es la opción más abierta dentro del modelo Creative Commons.
Como ellos mismos afirman en su web, el movimiento Creative Commons desarrolla, apoya y administra infraestructuras técnicas y jurídicas que maximizan la creatividad digital, el compartir y la innovación.
Su visión es asegurar el acceso universal a la investigación y la educación, la participación plena en la cultura, en consonancia con la era de desarrollo, crecimiento y productividad en la que vivimos.
Copyleft («dejar copiar») es ejercer los derechos de propiedad intelectual a través de una licencia que permite la distribución libre de copias y versiones modificadas de una obra u otro trabajo, exigiendo que los mismos derechos sean preservados en las versiones modificadas.
Unas veces se permite el uso comercial de dichos trabajos y en otras ocasiones no, dependiendo que derechos quiera ceder la persona autora.
Fuente: Wikipedia